Madroño, el arbusto de preciosas flores y coloridos frutos
¡Estamos de vuelta!
Volvemos un día más para enseñártelo todo de una especie vegetal. Hoy, nos centraremos en las características, usos y cuidados de un arbusto que quizás te suene: el madroño.
Este pequeño árbol goza de gran interés ornamental debido principalmente a sus flores y sus frutos. Es una especie muy a tener en cuanta si se busca un jardín verde durante todo el año y colorido en otoño e invierno.
Si te parece, ¿por qué no empezamos ya?
Madroño: Qué es y qué características tiene
| Nombre científico | Arbutus unedo |
| Nombre común | Madroño |
| División | Magnoliophyta |
| Clase | Magnoliopsida |
| Familia | Ericaceae |
| Género | Arbutus |
| Origen | El madroño es un arbusto originario del área mediterránea del continente europeo. Actualmente, dada su facilidad de adaptación, se distribuye por un gran número de países (África, Península Ibérica, Francia, Irlanda, Ucrania, México, Cuba, América central y parte de América del Sur). |
El madroño, conocido científicamente como Arbutus unedo, es una especie de arbusto que llega a alcanzar, de forma excepcional, los 7 metros (siendo lo habitual los 4 o 5). Este pequeño árbol se caracteriza por presentar un tronco rojizo cubierto de “escamas” grisáceas.
El madroño tiene un follaje perennifolio, es decir, sus hojas se mantienen en las ramas durante todo el año, incluso en la época de seca (otoño e invierno).
Si estás buscando una especie que decore con un precioso verde tu jardín, el Arbutus unedo es una opción muy a tener en cuenta. Las hojas son verdes brillantes en el haz y verde mate en el envés. Por lo general, son ovaladas (elípticas o lanceoladas).
¿Y las flores?
El madroño desarrolla unas flores blancas tirando a rosadas, en forma de campana, pequeñas y de una gran belleza. Florece en otoño y estas flores crecen en ramilletes colgantes, lo que las hace aún más bonitas.
¿Y tiene frutos?
Así es. El madroño cuenta con unos frutos (bayas) que en un principio tienen una tonalidad amarilla-anaranjada para luego tornarse rojos cuando han alcanzado la madurez. Quizás no lo sepas, pero los frutos tardan hasta 1 año en madurar, de ahí que muchas veces se consiga tener flores y bayas al mismo tiempo.
Con el madroño podrás disponer de un jardín siempre verde, colorido durante el otoño y el invierno y con unos preciosos frutos que también sirven para decorar. ¿A que ya te empieza a interesar esta especie?
Los usos del madroño
Tal y como hemos mencionado anteriormente, el madroño es perfecto para decorar. Esta preciosa especie goza de un gran interés ornamental, tanto para jardines privados como para espacios verdes públicos.
Es un arbusto con el que puedes decorar tu pequeño jardín durante todo el año. Su follaje perenne y sus preciosas flores y frutos de proporcionarán un abanico de colores que tus vecinos envidiarán.
¡Y no sólo se usa para decorar!
Los frutos suelen emplearse en confitería y para obtener ciertos licores. Son comestibles (aunque no son muy ricos) y gozan de propiedades antiinflamatorias, antirreumáticas y diuréticas.
Además, con las hojas del madroño se pueden hacer infusiones.
Pero ojo, todos y cada uno de sus usos (a excepción de la decoración) deben llevarse a cabo con especial cuidado. Aunque se trate de una planta natural, un consumo excesivo puede tener efectos negativos, por ello, antes de hacer nada, consulta con un profesional.
Mantenimiento del madroño: ¿cuáles son los cuidados que necesita?
Y llegamos al aparto más temido por cualquier persona novata en jardinería: el mantenimiento de una especie. Sin embargo, si te incluyes dentro de este grupo, hoy estás de suerte. ¡El madroño es muy sencillo de cuidar!
Lo que debes saber sobre este arbusto es lo siguiente:
- Luz: requiere mucha luz natural para desarrollarse con todo su esplendor. Debe cultivarse a pleno sol durante todo el año, a excepción de la época de más calor, tiempo en que hay que protegerlo de los rayos directos.
- Riego: en el inicio de su crecimiento necesita regarse con más frecuencia y de forma más abundante. A medida que va desarrollándose, requiere menos regularidad y menos cantidad de agua. De hecho, el madroño es capaz de sobrevivir durante algunos periodos de sequía.
- Abono: otro aspecto importante de su mantenimiento es el abono. Hay que usar un abono orgánico de calidad, sobre todo en la época de mayor crecimiento.
- Poda: aunque se puede podar para darle forma y eliminar las partes muertas/secas, es un proceso complejo debido a la gran cantidad de flores y frutos que desarrolla. Si has decidido llevar a cabo esta acción, intenta proceder una vez que han acabado las heladas.
- Sustrato: requiere un suelo suelto, blanco, arenoso y no calcáreo. También es importante que tenga un buen drenaje.
- Trasplante: no tolera muy bien los trasplantes, por lo que es más recomendable plantarlo en un jardín que en una maceta.
- Multiplicación: se multiplica por semillas o por esquejes.
Así de simple es cuidar un madroño. Con que tengas en cuenta lo mencionado anteriormente, lograrás un arbusto saludable. Y como siempre decimos, si tienes dudas, acude a un centro de jardinería especializado.
¡Mejor pedir ayuda que lamentar!
Los problemas a los que se puede enfrentar esta especie
El madroño es bastante resistente a las plagas, sin embargo, no lo es tanto con ciertas enfermedades. De lo que debes preocuparte es de los hongos.
Estos microorganismos pueden afectar de la siguiente forma:
- Hojas: cuando tu Arbutus unedo está infectado de hongos, en las hojas aparecen unas manchas pequeñas. La solución es retirar las partes afectadas pues no hay un remedio 100% eficaz.
- Suelo: los hongos también pueden atacar a las raíces provocando que se pudran. Si una raíz está muerta, las hojas también pueden verse afectadas y por consiguiente todo el arbusto. Esta enfermedad aparece por un mal drenaje del suelo, por lo que debes controlar la humedad del terreno.
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