Adelfa, una de las plantas más bonitas y a la vez más venenosas del mundo

Adelfa: qué es y qué características tiene

Nombre común: Adelfa

Nombre científico: Nerium oleander

Clase: Magnoliopsida

Orden: Gentianales

Familia: Apocynaceae

Género: Nerium

Origen: Estos arbustos perennifolios son nativos de una amplia zona que abarca desde las riberas bañadas por el mar Mediterráneo hasta la mismísima China.

Distribución: En la actualidad se distribuye a lo largo de las zonas mediterráneas. Además, en EEUU y en muchas regiones de clima templado se considera una especie invasora (debido a su introducción como planta ornamental). También es capaz de crecer en Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela y Panamá.

¿Cuáles son las características de la adelfa?

La adelfa, conocida científicamente como Nerium oleander, es un arbusto que puede llegar a alcanzar los 6 metros de altura. Se trata de una especie perennifolia que se caracteriza por contar con un follaje siempre verde durante todo el año.

Se trata de un árbol de crecimiento rápido y densa ramificación.

Sus hojas se mantienen en su copa durante todo el año, de ahí que sea una de las especies perfectas si se busca tener un jardín verde incluso en invierno. Son pecioladas, glabras y pueden tener forma de lanza o ser más estrechas. Presentan un tamaño que no supera los 12 centímetros y son de un color verde-grisáceo.

Pero si por algo destaca la adelfa es por sus grandes y llamativas flores. Se presentan en primavera y lo hacen formando inflorescencias en cimas corimbiformes (abiertas, racimosas en las que el eje es corto y los pedicelos de las flores son largos y se desarrollan a diferentes alturas). Sus tonalidades van desde el clásico rosa hasta por ejemplo el blanco, el rojo o el amarillo, siendo la primera lo más habitual.

Su cáliz es más o menos rojizo, con lóbulos lanceolados y con pelos glandulares en su cara interna. La corola es rosada (es raro que sea de otro color) y los estambres son glabros y cuentan con filamentos rectos y con anteras en forma de flecha).

El fruto de la adelfa mide entorno los 6-12 cm y es pardo. Las semillas se encuentran en su interior.

Pero si hay algo que debes saber casi sobre todo lo anterior, es la toxicidad de esta planta. Todas sus partes contienen algún componente tóxico y la ingesta de cualquiera de ellas podrá tener efectos negativos o muy negativos.

En la actualidad, la adelfa se considera la planta “más venenosa del mundo” debido a las potentes toxinas que se encuentran en alguno de sus componentes. Algunas de las consecuencias de su consumo son náuseas, vértigo, excitación, depresión, convulsiones, arritmia e incluso paradas cardíacas.

Los cuidados que necesita la adelfa para desarrollarse correctamente

Que la adelfa sea un arbusto muy tóxico, no quiere decir que no se recomiende su cultivo, de hecho, no tiene por qué condicionarte en caso de que lo quisieses plantar. Como ya hemos dicho previamente, es una de las plantas preferidas para decorar ciertos espacios públicos.

Puede que a estas alturas estés pensando que cómo es posible que una planta venenosa se encuentre tan distribuida. Pues desde aquí te decimos que hay razones para ello: la adelfa es un arbusto de rápido crecimiento, de bajo coste, de mínimo mantenimiento y de una gran belleza. ¿A que ahora ya empieza a estar más claro?

Si ya estás pensando en cultivar esta planta, no lo hagas a la ligera. Pese a ser una especie muy sencilla de plantar, para desarrollarse correctamente va a requerir ciertas condiciones de cultivo y sobre todo, algunos cuidados. ¡No es todo del color de rosas!

Lo más importante y que por tanto debes saber es lo siguiente:

• Se trata de una planta que apenas necesita mantenimiento. De hecho, es una de las variedades vegetales preferidas por los novatos de jardinería.
• El riego se debe adaptar a la temperatura y al clima del momento. Como podrás suponer, cuando hay sequía la adelfa necesita una cantidad de agua mayor para crecer de una mejor manera.
• Requiere suelos con un buen drenaje, de ahí que sea muy habitual en los terrenos arenosos.
• No pulverices las hojas.
• El fertilizante mineral se debe emplear durante la época de más calor (verano). No lo apliques directamente, disuélvelo en el agua de riego.
• Tolera los procesos de poda. Puedes llevar a cabo una poda de limpieza para eliminar las ramas muertas, secas, rotas o enfermas o hacer una poda de floración (después de la floración principal del verano y que tiene como objetivo mejorar las próximas flores).

Como ves, el mantenimiento de la adelfa es mínimo. Cualquier persona sin experiencia podrá tener una de estas plantas en el jardín, incluso es probable que crezcan sin ayuda de ningún tipo.

Los problemas a los que se puede enfrentar la adelfa

Aunque se mime y cuide a una planta, ésta no está exenta de sufrir algún tipo de enfermedad, el ataque de alguna plaga o las consecuencias de un mal cultivo. Y la adelfa no es una excepción.

Es inevitable que en el algún momento de su desarrollo, esta especie se vea afectada por los siguientes problemas:

• Necrosis en los brotes verdes: es la enfermedad producida por el hongo Ascochyta heteromorpha. Una vez que aparece, si no se trata, puede acabar por extenderse por toda la planta y por consiguiente provocar que se seque.
• Negrilla: aparece debido a las cochinillas y los pulgones.
• Las raíces también pueden pudrir a causa de un mal drenaje o por el ataque de Fusarium (obstruye los vasos conductores de savia).
• Cuando las hojas se marchitan o los botones florales no se desarrollan, significará que no se está regando lo suficiente. Para evitarlo, regula los riegos de forma que el terreno quede siempre húmedo.